Durante el gobierno de
Alberto Fujimori, se dieron aspectos positivos y negativos. Entre los positivos,
tenemos la reorganización de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (DINCOTE)
y las Rondas campesinas (aliados del gobierno), con lo que se logró la captura
de los principales cabecillas (como Abimael Guzmán y Víctor Polay); y la reinserción del Estado Peruano (el cual
se encontraba aislado del mundo, ya que, en el primer Gobierno de Alan García,
este había roto relaciones con el FMI y el Banco Mundial) en la economía
mundial, lo cual permitió realizar empréstitos, lograr inversión extranjera
y firmar tratados comerciales.
Además, se reorganizó la
SUNAT, logrando ampliar, en cierta medida, la base tributaria e incrementando
la recaudación de impuestos. Cabe señalar que antes de esta reforma, el Estado
peruano presentaba bajos índices de recaudación.
Al tener éxito en la lucha
antiinflacionaria, y ayudada por la coyuntura mundial, la economía del país se
tornó sólida, con elevadas tasas de crecimiento del PBI. Este hecho permitió
que la moneda nacional tenga el mismo poder adquisitivo en el tiempo y generó un
clima de confianza en las personas y empresas, lo cual incrementó los índices
de inversión privada, tanto nacional
como extranjera.
El 22 de abril de 1997, se
realizó, exitosamente, el rescate de la “residencia del embajador japonés”,
tomada por el grupo terrorista MRTA. Este fue un hecho único en América Latina,
realizado con comandos peruanos, en el operativo denominado “Chavín de Huántar”.
Alberto Fujimori realizando su mensaje a la nación por el
motivo del cierre del Congreso.
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Como consecuencia de lo
anterior, se dieron altos grados de corrupción, los cuales fueron encabezados
por su asesor Vladimiro Montesinos. Este hecho quedó al descubierto en los
famosos “vladivideos”, en los cuales se logró observar la decadencia de algunos
políticos, quienes se vendían de acuerdo al precio que ellos mismos ponían
(tránsfugas), de varios empresarios televisivos, dueños de periódicos,
banqueros, entre otros. Además, se buscó manipular la línea editorial de medios
de comunicación masivos a favor del gobierno, evitando, de este modo, toda
crítica adversa.
Por otro lado, si bien es cierto
que se combatió frontalmente al terrorismo, se cometieron muchos excesos, como
por ejemplo, lo acontecido en la fatídica noche del 3 de noviembre de 1991, en la cual el comando
de la muerte, denominado Colina, perpetró la masacre en Barrios Altos, dejando
quince muertos. Entre ellos, se encontraba el niño de ocho años, Javier Ríos
Rojas.
Finalmente, se legisló en
favor de las empresas y en contra de los trabajadores; es decir, no se
respetaron los derechos laborales, eliminándose, prácticamente, los derechos
sindicales.
En conclusión, vencer al
terrorismo, controlar la inflación, solucionar los problemas limítrofes con
Ecuador y reinsertar al Perú en la economía mundial son hechos altamente
favorables para el país, los cuales tuvieron mucha importancia en nuestra vida
social y económica. Sin embargo, no podemos ser indiferentes ante hechos
sumamente graves que perjudicaron al país, como los evidentes actos de
corrupción, las compras de conciencias, las extorsiones, las vinculaciones con
el narcotráfico y los aniquilamientos de personas inocentes.
Debemos, entonces, tener
siempre en cuenta las palabras de Jorge Basadre: “Aquellos que no conocen su
pasado, están condenados a repetirlo”. Por lo tanto, es nuestra obligación el
tener pleno conocimiento de la historia del Perú, para no repetir los errores
cometidos en un futuro.
Autor: Rafael Demichelli
Fuente: https://lamula.pe/2010/02/06/balance-del-gobierno-de-fujimori-o-todo-bueno-o-todo-malo/antoniobueno/
Fuente: https://lamula.pe/2010/02/06/balance-del-gobierno-de-fujimori-o-todo-bueno-o-todo-malo/antoniobueno/
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