Ya finalizado el primer gobierno de Cáceres, Remigio Morales
Bermúdez fue su sucesor, pero este falleció a mitad de su mandato y fue suplido
por su segundo vicepresidente, Justiniano Borgoño. Este convocó a elecciones inmediatamente,
en donde Cáceres fue elegido nuevamente en un proceso electoral teñido de
arbitrariedades, pues fue candidato único y obtuvo el 100% de los votos.
Con Cáceres erigiéndose al poder, resurgió la figura de
Piérola, quien asumió una clara postura opositora en compañía de integrantes
del Partido Civil.
Nicolás de Piérola durante su segundo gobierno |
La lucha entre Caceristas y Coalicionistas fue muy
sangrienta, así, el ataque sobre Lima provocó la división de gran sector
popular que aclamaba la abdicación de Cáceres.
Finalmente Andrés decidió acatar la voluntad popular y firmó un armisticio que posteriormente se transformó en un acuerdo en la cual se declinaba el poder de ambos beligerantes en la Junta Nacional.
Finalmente Andrés decidió acatar la voluntad popular y firmó un armisticio que posteriormente se transformó en un acuerdo en la cual se declinaba el poder de ambos beligerantes en la Junta Nacional.
Así, Manuel Candamo fue elegido presidente provisorio y
convocó a elecciones donde ganó Piérola, empezando una nueva etapa de
estabilidad política e impulso económico. Considero a la Coalición Nacional de
suma importancia en el paso a la república aristocrática, ya que puso fin a
años de caudillaje militar y de alguna manera Piérola inauguró una nueva época
de prosperidad en muchos aspectos, dejando de lado la crisis y haciendo valer
bien el nombre de reconstrucción nacional.
Así, se dejó de lado a Cáceres, obsesionado por el poder
político, que había equivocado su designio y se marchó al extranjero.
El fin de la reconstrucción nacional data del inicio de una
buena época para el Perú, con signos de una economía en franca recuperación y
ahora estabilidad política, daba esperanzas de un futuro mejor que parecían
estar en un horizonte cercano.
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